Imagina esta situación:
🔹 Martínez & Asociados es una empresa organizada y digitalizada, pero toda su gestión de clientes y proveedores se basa en un archivo Excel que los empleados comparten por email.
🔹 Problema 1: Un vendedor actualiza el Excel con un pedido urgente de un cliente. Sin darse cuenta, otro compañero usa una versión anterior y envía un pedido equivocado. Resultado: confusión, pérdida de tiempo y un cliente insatisfecho.
🔹 Problema 2: Un proveedor informa sobre un cambio de stock. Un empleado actualiza el Excel, pero el archivo tarda horas en circular por correo entre los equipos. Otro vendedor promete productos que ya no están disponibles. Resultado: problemas de inventario y pérdida de credibilidad.
🔹 Problema 3: Un empleado se va de la empresa y tenía una versión del Excel con información clave. ¿Se perdió? ¿Está desactualizada? ¿Quién tiene la versión correcta? Resultado: caos interno y datos sensibles en riesgo.
📌 ¿Te ha pasado algo así?
Cuando la información no está centralizada en la nube, los errores son inevitables. Depender de archivos Excel que se comparten por email genera problemas de comunicación, pérdida de datos y oportunidades de negocio desperdiciadas.
🔍 ¿Cómo soluciona esto un CRM?
✅ Acceso en tiempo real: Toda la información de clientes, proveedores y pedidos está en un solo lugar y se actualiza en tiempo real, evitando errores por versiones desactualizadas.
✅ Historial de interacciones y pedidos: Puedes ver cada actualización en un solo clic, sin depender de que alguien reenvíe un archivo.
✅ Mayor seguridad y control: Los datos están protegidos y no dependen de que alguien tenga la última versión en su correo personal.
✅ Optimización del trabajo en equipo: Todo el equipo puede acceder a la misma información desde cualquier lugar, sin depender de archivos adjuntos.